El seleccionado conducido por Pablo Aimar y Diego Placente retomó sus prácticas desde la tarde del lunes. Y esta mañana completó su segunda semana de acción en el Predio de Ezeiza. La sesión, que contó con la presencia de los preparadores físicos de la Selección Mayor Luis Martín y Rodrigo Barrios, además de la asistencia técnica de Matías Manna, comenzó con labores recreativas y atencionales para optimizar recursos conceptuales. Al cabo de la primera parte, que duró unos 20 minutos, los jugadores se abocaron a las tareas técnico-tácticas dispuestas por Aimar y su cuerpo técnico. Dos bloques, entonces, de 30 minutos cada uno para realizar ejercicios orientados a la posesión de pelota, puntal del desarrollo de esta semana, y la definición.
De esta forma culminó el segundo microciclo de actividades, en un período de entrenamientos que tendrá una pausa la próxima semana para continuar en la semana del 7 de marzo. Cabe recordar que se trata de un año con muchos compromisos internacionales pactados, para llegar de la mejor forma posible a las competencias oficiales de 2023.
Convocados de la semana
*Se sumó a la convocatoria el jugador Bautista Dadín, de River Plate.
Agenda
Lunes 21 de febrero
16.00 hisopados
16.30 entrenamiento
En una sesión que comenzó con un ejercicio recreativo atencional y prosiguió con tres bloques diferenciados de labores técnico-tácticas. En primer lugar, circuito de pases con variantes, seguido por un rondo con superioridad ofensiva; luego, espacio con énfasis en la posesión de pelota, con el objetivo de aceitar el funcionamiento colectivo y la reorganización en defensa. Para cerrar, fútbol dividido por zonas para trabajar conceptos posicionales.
Martes 22 de febrero
9.30 entrenamiento
Esta mañana, en tanto, la sesión inició con un ejercicio de activación que fue continuado por un rondo en mitad de cancha. Acto seguido, circuito de pases con apoyos y variantes para mejorar aspectos técnicos. Luego, labor 5 vs 5, buscando sostener la posesión para buscar la mejor opción para definir; y el bloque terminó con el agregado de un jugador por lado con el añadido de consignas para aceitar la fluidez colectiva. En el cierre, fútbol reducido en la cancha del predio dispuesta para realizar tareas intensas sin límites de campo.
